Cargadores de coches eléctricos inteligentes: todas las claves
- MODI SL
- 4 jun
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A medida que la demanda de coches eléctricos crece, el proceso de diseño y producción evoluciona para obtener vehículos más potentes, autónomos y eficaces. Una parte fundamental de este avance es el desarrollo de nuevos sistemas de batería y puntos de recarga que ofrezcan funciones adicionales y mejoren la experiencia de uso. Una de las soluciones más innovadoras y eficientes hasta la fecha son los cargadores inteligentes.

¿Qué son los cargadores de coches eléctricos inteligentes?
En esencia, un cargador inteligente es un punto de recarga que incorpora conectividad. Por tanto, se trata de una estación avanzada que tiene capacidad de comunicación y procesamiento de datos. Estos dispositivos están equipados con un software que gestiona todo el proceso de carga y permanece en constante comunicación tanto con el vehículo y la red eléctrica como con otros dispositivos, como pueden ser los contadores inteligentes del hogar del usuario. Así, recoge y procesa en tiempo real los datos relativos al estado de la carga, el consumo de energía o las condiciones de la red.
La comunicación se establece mediante Ethernet, Wi-Fi, Bluetooth o redes móviles a través de protocolos de comunicación como OCPP o ISO 15118. Con respecto a la potencia, los cargadores inteligentes domésticos ofrecen entre 7,4 kW y 22 kW, mientras que los diseñados para uso público o industrial pueden llegar a los 250 kW.
Ventajas de los cargadores inteligentes
En comparación con los sistemas convencionales, que se limitan a transferir la energía al vehículo de forma unidireccional y a una potencia determinada, los dispositivos inteligentes ofrecen funciones de carga avanzadas:
Optimización y personalización del consumo
Estos cargadores permiten programar las sesiones de recarga, con lo que el usuario puede, por ejemplo, ahorrar costes aprovechando las franjas horarias donde el coste de la electricidad es menor. Algunos de los cargadores disponibles en el mercado, además, ofrecen un equilibrio dinámico de la carga, es decir, la posibilidad de ajustar la potencia en función de las necesidades del vehículo y las condiciones de la red. Esto permite distribuir la capacidad eléctrica disponible entre el coche y el resto de los dispositivos y electrodomésticos conectados a la red doméstica para evitar la sobrecarga de la instalación.
Por otra parte, el análisis de los datos recogidos posibilita obtener los patrones de carga y consumo del vehículo para ayudar al usuario a conocer mejor sus hábitos y necesidades y configurar los parámetros de carga de acuerdo con ellos.
Control remoto
El software que gestiona el cargador inteligente puede controlarse de forma remota, generalmente mediante una aplicación instalada en un dispositivo móvil. Esta muestra información sobre el estado de la batería y el proceso de carga, además de permitir iniciarlo, pausarlo o modificar sus parámetros en cualquier momento y desde cualquier ubicación. Asimismo, cuenta con un sistema de notificaciones y alertas personalizadas para el usuario.
Integración en renovables y la red
En hogares alimentados con sistemas de autoconsumo de energías renovables, la estación de recarga también puede utilizar la electricidad generada por ellos, lo que reduce tanto el impacto ambiental como el coste de la recarga. Incluso, es posible programar el cargador para que solo utilice la energía sobrante de la instalación de autoconsumo.
Además, los cargadores de coches eléctricos inteligentes bidireccionales ofrecen la posibilidad de devolver a la red eléctrica la energía almacenada en la batería del vehículo o emplearla para abastecer la vivienda. Esta opción ayuda a cubrir los picos de demanda y puede servir de respaldo en caso de averías o cortes del suministro. Además, especialmente si se combinan con instalaciones de autoconsumo, permiten reducir aún más la dependencia de la red y los costes del consumo.