La continua innovación en la producción de los vehículos eléctricos, unida a la prohibición de la venta de coches diésel a partir de 2035 y la apuesta clara de las compañías por este tipo de automóviles está cambiando por completo el panorama del sector en España.
También es clave en esta transformación el hecho de que la electrificación del parque móvil de España aumente cada año, así como la cuota de mercado de los vehículos eléctricos, tal y como se desprende de los últimos datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), que demuestran un importante crecimiento de las adquisiciones de este tipo de coches. El objetivo del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico es alcanzar los 100 000 puntos de recarga en 2023.
Conocer los tipos de puntos de recarga para coches eléctricos se antoja por tanto una necesidad para saber cuáles son los más apropiados para cada vehículo y acertar con su instalación.
Algunos factores a tener en cuenta son:
tipos de conectores
potencia requerida
autonomía de la batería
También es necesario diferenciar según la rapidez con la que cargan, ya que pueden ser de recarga lenta y rápida (semirrápida, rápida y ultrarrápida).
Punto de recarga portátil
Son los dispositivos más utilizados, puesto que una de sus ventajas es que se pueden instalar en conectores domésticos e industriales, ya que solo necesita una toma de electricidad normal. Además, incluyen un controlador que garantiza una carga segura para el vehículo eléctrico. Otro aspecto a su favor es que tanto el tamaño como el peso son reducidos, lo que permite llevarlo a cualquier lugar.
Un factor a estudiar para la elección de estos puntos es el tipo de conector que necesita el vehículo, para que así el sensor sea convencional (Schuko) o industrial (CEE). También hay que considerar el número máximo de amperios que se requieren para la carga del coche, dependiendo de si la recarga es monofásica o trifásica, así como de la intensidad que permite.
Punto de recarga con control dinámico de potencia
Se trata de un sistema que permite equilibrar la carga en vehículos eléctricos, pero también para cualquier otro tipo de dispositivo, para que así no se sobrepase nunca la potencia que se ha contratado. El aspecto más importante de esta tecnología es que permite un ahorro relevante.
Estos puntos de recarga son recomendados para instalaciones con un mínimo de 1,8 KW para que así se consiga una máxima eficiencia, además de contratar una tarifa con tres tramos horarios, aprovechando el nocturno, que tiene un coste menor y evita la sobrecarga del sistema en las viviendas.
Punto de recarga en pared o wallbox
La principal característica de estos puntos de recarga es que se instalan con anclajes en las paredes de los garajes, puesto que están pensados para la utilización privada, ya sea en espacios propios o comunitarios. Los wallbox se conectan, por tanto, al suministro eléctrico habitual. Actualmente son de los más requeridos puesto que su utilización es sencilla y su coste es reducido.
Dependiendo del vehículo eléctrico, se instalará un determinado tipo de conector, con un sensor convencional o industrial. También hay que tener en cuenta los amperios necesarios, así como el tipo de carga.
Punto de recarga en poste
Son los puntos de recarga instalados por empresas o administraciones para así crear una red de carga pública, por lo que se pueden encontrar en espacios públicos o en gasolineras o electrolineras, ya que se utilizan para viajes largos o en trayectos en los que se supera la capacidad de la batería del vehículo. Una de las ventajas es que es capaz de realizar un 80 % de la recarga en apenas media hora.
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