El desarrollo de las redes inalámbricas ha acelerado y simplificado la conexión a internet. Prescindir de cableado en favor de las ondas electromagnéticas supone una instalación más sencilla, con el consecuente ahorro en materiales, y proporciona una mayor accesibilidad y movilidad a los usuarios, ya que permite la conexión de múltiples dispositivos incluso en movimiento.

Los diferentes tipos de redes inalámbricas se clasifican en función de su alcance y cobertura. Dentro de las que mayor alcance ofrecen, se encuentran las redes WMAN (Wireless Wide Area Network, red inalámbrica de área metropolitana), que pueden considerarse una expansión de las redes de área local o WLAN y que llegan a abarcar distancias de varias decenas de kilómetros. Este rango de acción las hace idóneas para diversas aplicaciones específicas:
1. Conexión entre edificios
Uno de los usos principales de las redes inalámbricas WMAN es la vinculación de diferentes edificios o locales pertenecientes a una misma entidad que están situados en una misma zona geográfica aunque alejados entre sí, como suele ser el caso de campus universitarios, administraciones públicas o parques empresariales. De esta forma, se facilita la comunicación y el acceso a recursos compartidos a los usuarios de la red. La implementación de estas redes consiste básicamente en interconectar varios puntos de acceso WLAN ubicados en diferentes localizaciones y ampliar así el rango de acción.
2. Conectividad urbana
El alcance de las redes WMAN puede cubrir núcleos urbanos al completo y conectar múltiples dispositivos y sistemas. Así, además de facilitar la implementación de hotspots (puntos de conexión) públicos para que los ciudadanos puedan acceder a internet en cualquier punto de la ciudad, estas redes permiten la interconexión de sensores, semáforos, cámaras de videovigilancia o sistemas de transporte público, convirtiéndose en un elemento fundamental en el desarrollo de las smart cities.
3. Reducción de la brecha digital
La tecnología WiMAX, el estándar de comunicación inalámbrica más habitual en las redes WMAN, fue desarrollada con el objetivo de proporcionar servicios de telecomunicaciones e internet de alta velocidad en zonas rurales o de difícil acceso, donde la instalación de infraestructura cableada está muy limitada o resulta demasiado costosa o donde ni siquiera existen líneas telefónicas fijas. Esta tecnología ofrece un gran alcance con un solo punto de acceso, por lo que resulta especialmente útil en regiones con baja densidad de población. Además, la flexibilidad de espectro de WiMAX, que le permite operar en distintas frecuencias, facilita su implementación en diferentes condiciones geográficas.
4. Comunidades wireless
Las comunidades inalámbricas son proyectos de carácter no lucrativo que nacieron a principios de la década de los 2000 con el objetivo de ofrecer redes de telecomunicaciones libres y abiertas, de ámbito local o metropolitano, a las que cualquier usuario pueda acceder. Es decir, la meta es crear una red independiente, gestionada por los propios colaboradores, como alternativa a las redes ofrecidas por los proveedores tradicionales, para garantizar un acceso a internet sin restricciones. Los nodos de estas redes pertenecen a particulares, empresas o instituciones que deciden unirse a la red, mantenerla y extenderla. Para ello, se utilizan frecuencias de 2,4 o 5 GHz, bandas de libre acceso que no requieren licencia de uso. Ciudades como Londres o Seattle fueron pioneras en ese modelo colaborativo, que no tardó en extenderse a otros países. Aunque en la actualidad la mayoría de estas comunidades ya no permanecen operativas, en su día fueron las principales impulsoras de las redes inalámbricas metropolitanas. En España sigue activa guifi.net, nacida en 2004 en Barcelona para resolver las dificultades de acceso a internet de banda ancha en las zonas rurales y convertida ahora en una fundación que fomenta el desarrollo de una red de telecomunicaciones mancomunada, abierta, libre y neutral.