La comunidad autonómica extremeña disfruta de muchas horas de sol al día y cuenta con una gran extensión de territorio. No es de extrañar, por tanto, que ocupe uno de los primeros puestos en el ranking de producción de energía solar en España, con 5670 MW de potencia instalada y 11 340 hectáreas de parques solares. Una de las principales plantas fotovoltaicas de Extremadura es Núñez de Balboa, una de las más importantes del país.
Características técnicas
Construida en solo un año, Núñez de Balboa se inauguró en abril de 2020. Ubicada en el municipio de Usagre (Badajoz) sobre una superficie cercana a las 1000 hectáreas, la planta cuenta con 500 MWp de potencia instalada y 391 MW de potencia máxima de conexión a la red. Dispone de 1.430.000 paneles fotovoltaicos instalados sobre 288 000 cimentaciones y con un peso total de 12.100 toneladas. Es capaz de producir en torno a 832 GWh al año, suministrando energía limpia a 250.000 hogares (una cantidad que supera a las poblaciones de Cáceres y Badajoz) y evitando la emisión de 215.000 toneladas de CO₂ a la atmósfera al año.
Además, con la planta se desarrolló también toda la infraestructura necesaria para llevar la energía producida a la red de distribución: cuenta con 115 inversores, con los que convierte la corriente continua producida en corriente alterna que puede ser utilizada, y más de 2000 kilómetros de cables de media y baja tensión. En el municipio de Bienvenida se sitúa la subestación de 400 kV donde la electricidad producida es evacuada.
Inversión y empleo
Núñez de Balboa es una planta pionera en financiación verde: tanto el Banco Europeo de Inversiones como el Instituto de Crédito Oficial aportaron en conjunto 290 millones de euros para la construcción de la planta, mediante una línea de financiación concebida para apoyar el desarrollo de proyectos que impulsen la transición verde.
El retorno de la inversión se garantiza con el acuerdo de compraventa de energía a largo plazo firmado con tres grandes compañías españolas: un banco, una empresa de telecomunicaciones y un grupo de distribución.
Además, la construcción de la planta ayudó a dinamizar la industria y el empleo locales, al hacer compras por valor de 227 millones de euros a proveedores de la zona y ofrecer más de 1200 empleos, un 70 % de ellos a trabajadores extremeños.
Integración de apicultura y ganadería
La planta fotovoltaica de Extremadura es otro gran ejemplo de los denominados proyectos agrovoltaicos, en los que conviven la energía solar con la agricultura y ganadería locales. Así, los terrenos de Núñez de Balboa sirven como pasto a más de 1200 ovejas, una situación mutuamente beneficiosa: el ganado controla el crecimiento de la vegetación sin necesidad de usar maquinaria y los animales se alimentan de pastos libres de pesticidas y productos químicos, además de poder usar los paneles como refugio contra el sol o la lluvia.
La apicultura también es protagonista en el parque, con la instalación entre sus paneles de 105 colmenas que albergan a cinco millones de abejas. Así, no solo se ofrece un espacio seguro y libre de robos a los apicultores, sino que se produce una miel muy pura y de alta calidad gracias a la ausencia de pesticidas en los terrenos. Además, la miel producida en la planta ha sido donada a entidades regionales con fines benéficos, como la Asociación de Mujeres de Usagre y la residencia municipal de ancianos.
Regiones como Extremadura son entornos clave que impulsan la transición energética y la producción de una electricidad limpia y sostenible que además demuestra que la integración con el entorno natural y el sector primario de la zona es posible.