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Metaverso: ¿qué es y cómo funciona?

La transformación digital que se está experimentando en todas las esferas de la sociedad, desde la economía hasta las relaciones interpersonales, sin olvidar la importancia del acceso al conocimiento o los procesos productivos y empresariales, es sin duda el hecho más notable del siglo XXI.


Esta profunda revolución, que afecta a todos los seres humanos en mayor o menor medida, tiene al metaverso como el último estandarte. Este es un claro ejemplo de que el ritmo de innovaciones es tan rápido que en pocos años se apreciarán enormes diferencias entre quienes quieren subirse al tren de la digitalización y quienes prefieren quedarse en tierra.


Prueba de ello es que el metaverso acapara cada vez más conocimiento e inversión en un mundo virtual con enormes potencialidades y que obviamente tiene enormes repercusiones tanto en quienes quieren ser partícipes de él como en los que aún lo ven lejano.


Para conocer todas las oportunidades que ofrece el metaverso resulta fundamental saber qué es este espacio virtual y cómo funciona.


Qué es el metaverso

El metaverso puede considerarse un espacio alternativo al que se accede mediante la utilización de dispositivos de realidad virtual o aumentada en el que las personas pueden interactuar y desarrollar actividades sin que tengan por qué tener una reminiscencia de la vida física.


Aunque en la actualidad las empresas tecnológicas están cada vez más volcadas en el desarrollo del metaverso, el origen del término se remonta a 1992, cuando el escritor Neal Stephenson publica Snow crash, una novela distópica en la que lanza la primera definición de este espacio virtual: “Un universo generado por ordenador”. Aunque ahora parece una obviedad, en ese momento tenía mucho sentido su predicción, ya que la tecnología de la información aún estaba en un proceso incipiente.


Se considera que son tres las características que tiene todo metaverso para ser considerado como tal:

  • Interactividad: las personas tienen que intercomunicarse tanto con objetivos como con otros usuarios dentro del propio espacio virtual, influyendo sobre quienes interactúan.

  • Incorporeidad: la eliminación de las barreras físicas al introducirse en un mundo virtual permite que se mantengan relaciones mediante un avatar.

  • Persistencia: el metaverso tiene que convertirse en el punto de encuentro entre diferentes tecnologías, que forman parte de todo el proceso de inmersión virtual.


Cómo funciona el metaverso

El metaverso se basa en la web 3.0, la tercera generación de internet en la que la creación y el intercambio de información y datos son primordiales, y para ello se utiliza tecnología innovadora como el blockchain, con lo que se consigue descentralizar todo el proceso y evitar que pueda haber acceso a contenidos sin la garantía de seguridad.


Juegos como Fortnite son un claro exponente de lo que es actualmente el metaverso: un espacio virtual en el que se puede interactuar con otras personas y en la que los usuarios crean y modifican espacios mediante un avatar, pero también asisten a acciones implementadas por la organización u otros organismos.


Aunque aún hay mucho por desarrollar, tanto empresas tecnológicas como compañías de todo tipo están apostando por el metaverso para estar presentes cuando la sociedad acceda de forma abierta y en masa a los diferentes espacios virtuales que se vayan creando. No hay que descartar, por tanto, que la conexión entre los usuarios llegue a ser mucho más profunda que la que actualmente permiten las redes sociales, los chats o las videollamadas.

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