La industria de la impresión 3D continúa creciendo en cuanto a número de dispositivos que se adquieren, tanto en el ámbito profesional como en el personal y de ocio. Y, lo que es más importante, sus usos y funciones también aumentan, ampliándose así el número de sectores en los que desarrollar diferentes aplicaciones.
Entre los principales usos de la impresión 3D hoy en día, encontramos los siguientes:
1. Prototipos
La materialización de un prototipo de un proyecto en fase de diseño ayuda a verificar su utilización y perfeccionamiento. De esta manera, el proceso industrial garantiza una mayor calidad del resultado final. Las correcciones y ajustes necesarios son más eficaces, e incluso más económicos, si se utilizan para ello objetos que se han impreso en 3D.
2. Moldes
La producción en serie que se realiza en multitud de procesos industriales se puede ejecutar de forma más eficiente si se utilizan moldes realizados con tecnología 3D, que abarata el procedimiento y permite crear las piezas que se requieren con más facilidad.
3. Piezas funcionales
Una de las aplicaciones de la impresión 3D en la industria es la creación de piezas funcionales o finales, es decir, que son fabricadas para emplearlas en productos o artículos reales. Su perfeccionamiento y personalización permiten que se realicen con total exactitud según el criterio y las necesidades de las compañías.
4. Utillaje
La optimización del sistema industrial puede acelerarse con la utilización de herramientas específicas tras su impresión en 3D y que sirven como utillaje o soporte de producción. Es el caso de las que se emplean como patrones de guía para ensamblaje, para el corte de piezas o incluso para el almacenaje de accesorios u otras piezas.
5. Mantenimiento
Utilizar la tecnología de impresión 3D permite crear piezas de repuesto mucho más eficientes y personalizadas, algo que alarga el tiempo de vida de las máquinas más antiguas. También es recomendable cuando se ha perdido el diseño de la original, puesto que permite copiar y crear desde cero cualquier propuesta, para así garantizar el mantenimiento eficiente de todo el proceso industrial.
6. Cadena de suministro
Con la creación de piezas según las necesidades de las industrias, se garantiza contar en cada momento con el artículo que se requiere, aunque ya no esté disponible en el mercado. Además, aumenta la velocidad del suministro de los artículos o herramientas, puesto que su fabricación es bajo demanda. También se reduce el coste de cada uno de ellos, logrando que el inventario de una fábrica sea mucho más económico.
7. Impresión 3D de impresoras 3D
La construcción de impresoras 3D mediante piezas ejecutadas de alta calidad precisamente con esta tecnología es otra de las aplicaciones que cada vez se emplean más. Esta fórmula da la posibilidad de ir mejorando el proceso industrial con herramientas cada vez más ajustadas a los requisitos del usuario y más eficientes en su resultado final. La utilización para ello de prototipos y recambios ofrece una mayor velocidad en la cadena de suministros.
8. Energía
La construcción de componentes impresos en 3D más ligeros, eficientes y respetuosos con el medio ambiente permite que el sector de la energía mejore notablemente en una materia cada vez más necesitada de adaptabilidad al medio. Es habitual encontrar piezas de rotores, partes de medidores de flujo o boquillas de turbina creados con esta tecnología que cumplen perfectamente su función.
9. Motores
La ejecución de piezas e incluso motores completos mediante impresión 3D está acelerando los procesos productivos al tiempo que se personalizan y adaptan a las necesidades industriales. Actualmente se emplean ya en vehículos de todo tipo y en el sector aeroespacial, donde las condiciones y especificaciones técnicas son aún más exigentes.
10. Cartografía marítima
La tecnología de impresión 3D también se emplea en la construcción de partes fundamentales del sector marítimo, como los tanques de lastre. El resultado es que con la ejecución de estas embarcaciones especiales con esta fórmula se reduce el tiempo de fabricación y el coste de procesos como el cartografiado del fondo marino de espacios con menos información.